Maltrato entre iguales

Las escuelas son espacios que cada vez se hacen más pequeños, y donde cada vez se atiende a una población mayor y diversa. A ello se agrega que se convierten en el reflejo social donde la violencia se magnifica en las notas periodísticas, creando con ello espacios propios en los medios de comunicación.

Desde edades tempranas es posible observar la violencia como una respuesta ante el ambiente. Causa risa en las redes sociales el que un niño pequeño golpee o insulte a otro, y se trata de que más y más personas sean testigos de dicha conducta, creando una especie de «permiso social» para la violencia.

Con el uso de las nuevas tecnologías a menor edad, y bajo la aceptación de los padres, el bullying ha encontrado otras formas de expresión gracias al uso de Internet. El llamado cyberbullying. Si bien las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen un departamento especializado en estas acciones, cada año se multiplican con mayor incidencia.

En este contexto, para la Educación Social es fundamental empezar a trabajar desde la igualdad, así como promocionar programas de autocontrol de la agresividad en los centros escolares y, en el caso de las víctimas, hacerlas sentir seguras creando espacios de atención.

La sociedad, en su conjunto, debe crear espacios de discusión y no dejar las soluciones únicamente a los espacios escolares. La violencia es un fenómeno que alcanza todos los niveles y los niños que fueron agresivos en el colegio, con total probabilidad, se convertirán en adultos manipuladores y padres o madres violentas, creando así una conducta que rompe generaciones.