Diversidad, inclusión… Educación

Si bien la sociedad crea la necesidad de generar escuelas inclusivas para que puedan cubrirse las necesidades del alumnado sin importar sus capacidades sensoriales, cognitivas o motoras; al mismo tiempo se crean barreras físicas o culturales que impiden el óptimo desarrollo de todos.

La inclusión educativa implica el derecho de todos los niños y niñas a contar con una Educación con igualdad de oportunidades que, sin embargo, encuentra diferentes respuestas en cada país.

Desde el punto de vista económico nos encontramos que los presupuestos destinados a la inclusión educativa distan mucho de lo que se invierte en la Educación en general. En el mundo hay 72 millones de personas que no tienen acceso a la escuela. La desigualdad y la pobreza están a la orden del día, por lo que la inclusión se mira más desde un ámbito político como promesas de campaña.

Para hablar de inclusión es necesario hacerlo desde la comprensión del aprendizaje, ya que creer que la escuela es el único agente de cambio implica que deben crearse mecanismos para que los niños y niñas puedan explorar sus propias capacidades y enfrentarse a sus propios ámbitos.

Las diferencias crean la diversidad. Y lejos de verse como una ventaja social se ha visto como un grado de poder de los unos sobre los otros. La mayoría sobre la minoría, el «sexo fuerte» sobre el «débil», el rico sobre el pobre… Es hora de despertar.

Los estragos del Coronavirus

Nadie está exento de sentir dolor emocional. El dolor del alma es el que más duele. Y hoy más que nunca: duele el alma.

Los estragos del COVID-19 están arrasando con la sociedad española, y la de todo nuestro planeta.

Hasta hace unos meses se escuchaban avances científicos acerca del retroceso del envejecimiento, y hoy nos encontramos luchando contra un virus que vive en un mundo globalizado del siglo XXI.

El ser humano es desmemoriado. En un tiempo olvidará cómo el mundo se paralizó, las vidas que se apagaron y el desgaste psíquico que nos ocasionó.

Holanda nos acusa de no haber ahorrado lo suficiente, se niega a prestar su ayuda y la Unión Europea mira hacia otro lado. Como señaló el primer ministro de Portugal: «Repugnantes todos estos comportamientos».

No creo que aprendamos mucho de todo lo que nos está pasando. Pero sí me gustaría sacar en positivo que en diciembre de 2020 nos encontremos con una alta tasa de natalidad.  Ahí está dicho. Pónganse al trabajo.

Asaltando nuestras vidas

Estamos sumidos en una nueva guerra. Esta vez contra un virus que está atacando a toda la humanidad. En España, 47 millones de personas intentamos sobrevivir al COVID-19.

Nuestro día a día es la Cuarentena, medio mundo vive confinado en sus casas y el futuro de la humanidad está en juego.

Vivimos en un mundo globalizado donde pensábamos que podríamos con todo. No estamos preparados para una enfermedad contagiosa y mortal. Un virus invisible.

Todo esto nos está llevando a vivir angustiados, tensionados, con la economía mundial temblando y, lo más importante, sabiendo que ya nada será igual: muchas personas se están quedando en el camino y no volverán.

Estoy segura que saldremos de esta. Saldremos reforzados. Eso sí: ¿Seremos más solidarios? ¿Menos consumistas? ¿O más egoístas? No voy a hacer ninguna reflexión todavía. Esto no ha terminado.

Hablemos de Noam Chomsky

Hoy os quiero hablar de una las figuras más destacadas del siglo XX, y que con casi 92 años aún sigue dando mucho de lo que hablar: Noam Chomsky.

La primera vez que escuché sobre él fue hace unos años en la Universidad. Aquel día, el profesor Bautista de Didáctica nos contó sobre un intelectual y profesor de la Universidad de Philadelphia.

Hay mucho que contar sobre él, pero tampoco quiero convertir esta publicación en una entrada de Wikipedia, pero sí hablaros brevemente de su importancia. Admiro profundamente a Chomsky.

A Chomsky no se le ha resistido ninguna causa. Siempre guerreando, siempre en movimiento… Todo un revolucionario en la lingüística moderna y la conciencia crítica de Estados Unidos.

Nos ha deleitado con sus críticas a fenómenos como el Cambio Climático o el Capitalismo, ambos intensa y fuertemente tratados por este lingüista, filósofo y activista estadounidense.

Entre sus frases célebres me gustaría destacar:

Los derechos no se conceden, se conquistan

Del mismo modo, entre sus libros me es imposible no destacar Cómo nos venden la moto: Información, poder y concentración de medios; donde, junto a Ignacio Ramonet, analiza y desgrana la manipulación informativa que llevan a cabo los medios de comunicación.

Y para finalizar, en estos momentos en los que el Coronavirus ha paralizado al planeta Tierra y nos tiene a todos confinados en nuestros hogares, se me viene a la cabeza otra de sus más célebres citas:

La población general no sabe lo qué está pasando, y ni siquiera sabe que no lo sabe

(The general population doesn’t know what’s happening, and it doesn’t even know that it doesn’t know)

¡Haz limonada!

Si la vida te da limones, ¡haz limonada!

Utiliza los limones que vayan llegando. No esperes. Este dicho motivador nos debería enseñar que nuestra actitud frente a la vida lo es todo.

En la Universidad nos enseñan a programar, a planificar, a estudiar muchas materias… pero la vida es muchísimo más que eso.

En mi caso terminé la carrera y me encontré perdida. La Educación Social es un ámbito que no para de crecer, y es necesaria para toda la humanidad. Soy muy crítica con esta profesión: pienso que vivimos en una sociedad en plena revolución, y donde se requieren muchos cambios.

La vida es una aventura de la que tenemos que ser nuestros propios protagonistas. Actualmente estoy motivada con una aventura que ya he aplazado durante años, ¡y ya es el momento de llevarla a cabo!

No sé cuándo la terminaré, pero os prometo que seguiré pasando por este, mi pequeño rinconcito.

¡Sigamos haciendo limonadas! 🍋

Caminando hacia el futuro

El sistema socio-económico actual plantea una sociedad de actividad productiva. Nos pasamos la vida buscando trabajo y trabajando.

Deberíamos de incrementar las horas de ocio, y para ello se tomarían medidas como dividir la jornada, repartiendo nuestras horas laborales con otras personas… Y con ello, incluso, hasta disminuiríamos la tasa de parados.

El trabajo como necesidad suprema debería erradicarse. En el Siglo XXI nos encontramos la pobreza instalada entre aquellos que no tienen trabajo, y el consumo entre los que sí trabajan. Deberíamos crear una justicia distributiva para todos.

En una sociedad que consideran avanzada, donde cada vez más vivimos con la automatización y la robotización, es más idóneo implementar un modelo para los hombres y mujeres. La sociedad futura debe ajustarse a las exigencias, sumar esfuerzos

Reinventarse

Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio. En la lucha por la supervivencia, los más aptos ganan a expensas de sus rivales porque consiguen adaptarse mejor a su entorno – Charles Darwin.

Reinventarse es cambiar, hacer cosas diferentes… transformarnos. Hoy en día escucho mucho el término «reinventarse».

Nuestra sociedad se encuentra en una continua exigencia. Lo nuevo es sinónimo de triunfo… Y todos queremos triunfar pero, realmente, vivir en perfecto equilibrio sería el éxito.

Continuamente saltamos obstáculos para encontrar el camino, cambiamos las rutinas… y para todo esto la motivación y el optimismo son piezas claves. Vencer la negatividad, tener la situación bajo control.

A todo esto, el psicólogo y periodista estadounidense Daniel Goleman nos habla sobre la lucha frente a las adversidades de la vida. Reinventarnos al cambio social y laboral. Es una necesidad.

Contracorriente nunca, mejor nadar en paralelo a la orilla y buscar soluciones. Es fácil sumarse a lo políticamente correcto, sin embargo, lo valiente es nadar contracorriente.

No puedes guiar el viento, pero puedes cambiar la dirección de tus velas – Proverbio chino.

Y tú, ¿te reinventas?

Un día especial en el recuerdo

Recuerdo que ese día me levanté pensando en llamarla. Hacía unos días que había muerto uno de sus perritos, a los que ella consideraba sus hijos.

La notaba triste, así que la llamé a Estados Unidos…Alma era todo generosidad. Era especial. Fue recíproca la felicidad.

Aún recuerdo con tanta alegría ese día, que lo guardo en mi corazón. ¡Qué poco cuesta hacer feliz a los demás! Una pequeña llamada con una gran conversación que no olvidaré jamás.

Ha dejado un hueco único e irrepetible.

Te extraño, Alma.

Vivamos en el mundo de las personas con discapacidad intelectual

Entre los seres que existimos hay diferencias, y en la especie humana muchas de ellas son significativas.

Todos somos diferentes. Cada persona debe tener la oportunidad de ser autónoma e independiente.

Apoyemos a estas personas que necesitan tener las riendas de su vida. Son muchas las barreras que impiden su proyecto de vida.

En el siglo XXI comenzamos a observar transformaciones y avances en torno a la Educación de estas personas. En este sentido, la atención a la diversidad es un hecho.

  • Imagina que los niños se burlan de ti en la calle y los adultos te miran fijamente y murmuran a tus espaldas.

  • Imagina que vives y vas a la escuela en lugares controlados por personas que nunca te dejan ir solo a ningún sitio.
  • Imagina que las personas siempre interrumpen tus intentos de hacer algo y lo hacen por ti.
  • Imagínate que eres un adulto aprendiendo a hacer un trabajo productivo y tus instructores te tratan como a un niño.
  • Imagina que las personas sólo tienen expectativas sobre tus conductas inapropiadas.
  • Imagina situaciones en las que nadie te pregunta qué preferirías hacer o incluso comer…

Fragmento de Imagine what it must be like de Judith M. LeBlanc

Mi querido blog

Han pasado tantas cosas en este tiempo…

Mi amiga Alma Gabriela Dzib-Goodin nos dejó este año en Abril y, como dice su marido Bill, ella trabajó para dejar su huella entre nosotros.

Aún recuerdo su sonrisa, su fuerza, su manera de agarrarse a la vida. Mi frase lo encierra todo: la putada de la vida es la muerte.

Espero y quiero acercarme más a mis sentimientos, mi querido blog. Necesito tiempo para escribir, para leer… en definitiva, para mi.

La vida no es ningún pasillo recto y fácil
que recorremos libres y sin obstáculos,
sino un laberinto de pasadizos
en el que tenemos que buscar nuestro camino,
perdidos, confusos y detenidos,
de vez en cuando, por un callejón sin salida.
Pero, si tenemos Fe, siempre se abre
una puerta ante nosotros;
quizá no sea la que imaginamos,
pero sí será, finalmente,
la que demuestre ser buena
para nosotros.
A.J. Cronin